domingo, 20 de enero de 2013
¡Mil peldones!
Como buena aficionada a los Simpsons, no veo mejor manera de pedir perdón por dejar esto tan de lado, y es que no tengo excusa! No he sabido sacar un ratito para ir poniendo todas aquellas cosas que nos van ocurriendo con la preparación de la boda... menos mal que el blog es gratis, si no ya me habría dado con una piedra en la boca por no escribir.
Llevo desde Noviembre sin escribir nada, desde el año pasado. Y en ese tiempo hemos hecho muuuuchas cosas para la boda.
Vamos cerrando ya cosas importantes; por ejemplo, ya tenemos el coche que nos lleve a la ceremonia, porque, aunque nos casemos en Cádiz, nos tendremos que montar en algún lado, y el malaje del autobús de la Línea 1 no quería decorar con flores el autobús. Al final creo que hemos salido ganando con el coche que hemos encontrado... ya lo valoraréis ;)
También tenemos DJ para el convite. Nosotros nos estamos encargando de hacer un listado de todas las canciones que queremos que suenen, tanto en momentos especiales de la celebración, como en el convite y posterior barra libre. Si alguien tiene alguna petición especial que nos la pida. Desde Campanera de Joselito hasta la Conga del Trasnochador (esa está ya más que incluida ;) ).
Para los papás y mamás, tenemos una buena noticia: hemos alquilado un castillo hinchable para que los niñ@s que vengan se lo pasen de maravilla. Además, van a estar muy bien cuidados en todo momento, con lo que ni os enteraréis de ellos. Por cierto, para todo el que lo esté pensando... el castillo hinchable tendrá horario adulto. Absténgase todos aquellos cuyo nivel de alcoholemia supere el esperado para dar más de tres saltos, incluso más de tres pasos.
Como veis, vamos teniendo bastantes cositas preparadas. Por tener, tenemos ya hasta los muñecos de la tarta ;)
Prometo escribir más a menudo... año nuevo, ¡vida nueva!
PD: dentro de nada nos iremos viendo las caras personalmente, ya que nos queda muy poco para tener las invitaciones listas. Estamos deseando empezar a repartirlas :)
domingo, 4 de noviembre de 2012
Happy birthday
Mi último cumpleaños de soltera.
Muchas gracias a todos los que os acordasteis de mí, via Whatsapp, móvil, facebook, o similares. Muchas más gracias a aquellos que me felicitasteis en persona!
domingo, 30 de septiembre de 2012
Una boda salida de otra boda
Esta es la historia de una boda. Una boda que comenzó con otra boda.
Manuel, el hermano de Ana, se casó en Cádiz en el año 2009. Allí Ana se reencontró con Javi, amigo de su hermano, a quien le perdió la pista cuando él se volvió a Granada, de donde era, cuando terminó el colegio. Y ya no volvieron a perderse el uno del otro.
Curiosamente, su viaje comenzó en el Baluarte de los Mártires, y recuerdo cómo ella me contaba en el bar el Montadito con esa media sonrisilla (que le sale cuando habla de algo especial) el momento en el que se encontraron en las escaleras... ahí empezó todo.
Su relación ha sido fruto de muchas visitas a Granada, Cádiz y Sevilla, cada fin de semana le tocaba a uno. Mucha carretera, mucho kilometraje en el coche y mucha gasolina.
La presentación de Javi a los amigos no pudo ser más fructífera, ya que él llevaba la tarea aprendida y les invitó a comer en el Arte Serrano, según Quirós y Miguel, en compensación a todas las copas y cenas que habían tenido que invitar ellos a Ana cuando ella no trabajaba.
Hace más o menos un año que concretaron su boda, que nosotros hemos seguido con especial ilusión, ya que hemos ido conociendo detalles: preferencias de los novios, la organización del convite, las peleas con el cátering, y el famoso pay-pay que Javi nunca quiso regalar :) . Cada vez que nos veíamos nos contaban las novedades, los pormenores y las cositas de la boda, por eso lo hemos vivido con mucha ilusión.
A Quirós no le gusta poner 10 como nota, por eso, esta la ha calificado con un 9.99 y ha puntuado por bajo... la ceremonia fue preciosa, en la que el párroco de la iglesia de San Felipe Neri se empapó de la historia de los dos exalumnos y nos hizo disfrutar, no sólo a ellos sino a todos los invitados también, de la historia personal de cada uno de ellos, por separado y como pareja. La entrada de la novia fue muy emotiva, Ainhoa y yo nos emocionamos con ella al entrar en la iglesia! pero al ver a Javi, Ana se tranquilizó.
El convite fue en el Castillo San Marco, en el Puerto de Santa María. Un lugar en el que Javi siempre tuvo la ilusión de celebrar su día, y tras muchas idas y venidas con el cátering y la organización, consiguieron realizarlo todo como querían. Los entremeses se sirvieron en lo que fuera la iglesia del castillo, mientras que el convite en sí se realizó en las bodegas.
Y por si no tuviéramos suficiente, los novios tuvieron el detalle de regalarnos los muñequitos de la tarta. De verdad que no tendremos forma de agradecéroslo tanto sin parecer repetitivos, no sabéis la ilusión que nos hizo! Ya lo tenemos en casita a la vista de todos para fardar de ello :)
Manuel, el hermano de Ana, se casó en Cádiz en el año 2009. Allí Ana se reencontró con Javi, amigo de su hermano, a quien le perdió la pista cuando él se volvió a Granada, de donde era, cuando terminó el colegio. Y ya no volvieron a perderse el uno del otro.
Curiosamente, su viaje comenzó en el Baluarte de los Mártires, y recuerdo cómo ella me contaba en el bar el Montadito con esa media sonrisilla (que le sale cuando habla de algo especial) el momento en el que se encontraron en las escaleras... ahí empezó todo.
Su relación ha sido fruto de muchas visitas a Granada, Cádiz y Sevilla, cada fin de semana le tocaba a uno. Mucha carretera, mucho kilometraje en el coche y mucha gasolina.
La presentación de Javi a los amigos no pudo ser más fructífera, ya que él llevaba la tarea aprendida y les invitó a comer en el Arte Serrano, según Quirós y Miguel, en compensación a todas las copas y cenas que habían tenido que invitar ellos a Ana cuando ella no trabajaba.
Hace más o menos un año que concretaron su boda, que nosotros hemos seguido con especial ilusión, ya que hemos ido conociendo detalles: preferencias de los novios, la organización del convite, las peleas con el cátering, y el famoso pay-pay que Javi nunca quiso regalar :) . Cada vez que nos veíamos nos contaban las novedades, los pormenores y las cositas de la boda, por eso lo hemos vivido con mucha ilusión.
A Quirós no le gusta poner 10 como nota, por eso, esta la ha calificado con un 9.99 y ha puntuado por bajo... la ceremonia fue preciosa, en la que el párroco de la iglesia de San Felipe Neri se empapó de la historia de los dos exalumnos y nos hizo disfrutar, no sólo a ellos sino a todos los invitados también, de la historia personal de cada uno de ellos, por separado y como pareja. La entrada de la novia fue muy emotiva, Ainhoa y yo nos emocionamos con ella al entrar en la iglesia! pero al ver a Javi, Ana se tranquilizó.
El convite fue en el Castillo San Marco, en el Puerto de Santa María. Un lugar en el que Javi siempre tuvo la ilusión de celebrar su día, y tras muchas idas y venidas con el cátering y la organización, consiguieron realizarlo todo como querían. Los entremeses se sirvieron en lo que fuera la iglesia del castillo, mientras que el convite en sí se realizó en las bodegas.
Y por si no tuviéramos suficiente, los novios tuvieron el detalle de regalarnos los muñequitos de la tarta. De verdad que no tendremos forma de agradecéroslo tanto sin parecer repetitivos, no sabéis la ilusión que nos hizo! Ya lo tenemos en casita a la vista de todos para fardar de ello :)
En estos momentos estarán terminando de preparar las maletas, mañana salen destino New York, en donde comenzarán su Luna de Miel.
Una de las cosas con las que me quedo de esta boda es una de las frases que ellos le comentaron al párroco que les casó. Quieren hacer de su matrimonio su prioridad; por encima de intereses laborales, económicos o de distancia. Y yo pienso que es la prueba de amor más bonita que puede existir.
Estamos muy contentos por vosotros. Mucho, de verdad. Y para demostrar nuestra felicidad, una foto de ayer mismo que lo evidencia:
¡¡Muchas felicidades, Ana y Javi!!
miércoles, 26 de septiembre de 2012
The bride's secret
¡Increíble pero cierto!
Tod@ aquel que me conoce, aunque sea un poquito, sabe que yo, la novia, soy lo más indeciso del mundo. Me he podido llevar 20 minutos (verídico) escogiendo un sabor de helado. También soy muy dada a , llevarme mucho tiempo con una decisión tomada y cambiarla en el último momento, lo que viene siendo hacer un "Remedios Cervantes".
Por eso, pensaba que esta ocasión iba a ser diferente. Pensaba que iba a recorrerme tiendas y tiendas de trajes de novia, me probaría treinta mil trajes, recorrería Cádiz y provincia, y que ninguno me convencería. O que me gustarían 3 o 4, y nunca sabría por cuál decidirme. Y encima, sabiendo que era una decisión que no podría cambiarla en el último momento, ni podría descambiarla ni nada.
Unos días antes de ir a ver mi traje de novia estuve buscando por foros de Internet, en los que las futuras novias hablaban de cómo había sido la elección de su traje, algunas habían ido a varias tiendas, otras sólo a dos,... pero todas coincidían en lo mismo: cuando encontrabas TU traje, lo sabías. Lo sentías. Era TU traje, como si estuviera hecho para tí. Esto, lo que a mi me provocaba era una arcada de merenguismo y ñoñería con la que yo no coincidía; nunca me tragué eso del zapato de Cenicienta que sólo le entraba a ella ¿qué número de zapato tenía, el 32? Porque si hubiera tenido el 38 el Príncipe habría tardado 5 minutos en encontrar una dueña para el zapato...
Total, que llegó el día en el que tuve mi primera cita en una de las tiendas que tenía pensado visitar. Cuando llegué, acompañada de mi madre (¡quién si no!) nos pasaron a unos ordenadores, en el que nos mostraban el catálogo completo y teníamos que elegir aquellos vestidos que más me gustaran. De 500 vestidos que había, no llegué a ver ni la mitad, y cuando la vendedora llegó, vió más o menos mi estilo.
Así que nos pasó a la sala del probador. Esta estaba compuesta de dos probadores que daban a un salón donde mi madre me esperaba, sentada en un sofá. Muy mono todo.
La vendedora llegó con el primer traje; me ayudó a ponérmelo, me peinó un poco y me pidió que me mirara en el espejo; esa vez, por fin, me vi de novia... No sé cómo explicar esa sensación... pero la simplificaré en una sensación agradable pero a la vez nerviosa.
La vendedora me pidió que saliera para que mi madre me viera. Se abrió la cortina, y mi madre me pudo ver de novia, de blanco,... las lagrimillas empezaron a escaparse, la sonrisa cómplice entre las dos, me acercaba a ella,.... y me pisé el vestido. Me caí de boca delante de mi madre. ¡Se acabó el momento madre-hija-lacrimoso! Mi madre me dice ahora que sólo me podía haber pasado eso a mi. Que si no me pasa nada a la prueba del vestido le hubiera faltado algo. Qué razón tiene.
En fin... iba muy guapa, me gustaba mucho,... pero no era yo. Definitivamente, era un disfraz de novia en vez de un vestido. No me veía cómoda en él, no parecía yo misma. Así que la vendedora me trajo otro diferente. Este sí que me gustó mucho más. Ya se iba pareciendo al traje de novia que tenía en mente. Pero le faltaba algo, le sobraba otra cosa. La vendedora me miró y me dijo que me esperase tres minutos, que había tenido una idea.
Y llego con el tercer vestido. Ese sí que tenía aquello que le faltaba al otro, ese sí que tenía aquello que le sobraba al primero,... este no era un disfraz. Era un vestido de novia. Y yo me veía en él. En esta ocasión sí sentí una sensación agradable, nada nerviosa,... es como cuando vas con vaqueros y camiseta, te sientes tú misma, no tienes que demostrar nada,... pero claro, a GRAN escala!
Entonces, llegó el momento de la decisión: ¿seguir buscando o quedarme con este? El momentazo nomeaclaro me llegó... pero, afortunadamente, allí estaba mami. Le bastó UN consejo, UNA frase que me dió para tenerlo totalmente claro: este era el vestido que estaba buscando. Iría a otras tiendas y me probaría otros trajes, pero estaría pensando en este.
Así que, finalmente, dejé las dudas a un lado y me lancé. ¡Y estoy super contenta! De verdad, nunca en mi vida pensé que hacerme con mi vestido de novia iba a ser tan sencillo y tan complicado a la vez...
Para los que tienen dudas, que sepáis que NO pienso dar ni una pistita... pero quien me conoce (bien) seguro que no falla en sus quinielas ;)
Realmente yo quería este, pero no podía conseguirlo. ¡Demasiado glamouroso para mí!
Tod@ aquel que me conoce, aunque sea un poquito, sabe que yo, la novia, soy lo más indeciso del mundo. Me he podido llevar 20 minutos (verídico) escogiendo un sabor de helado. También soy muy dada a , llevarme mucho tiempo con una decisión tomada y cambiarla en el último momento, lo que viene siendo hacer un "Remedios Cervantes".
Por eso, pensaba que esta ocasión iba a ser diferente. Pensaba que iba a recorrerme tiendas y tiendas de trajes de novia, me probaría treinta mil trajes, recorrería Cádiz y provincia, y que ninguno me convencería. O que me gustarían 3 o 4, y nunca sabría por cuál decidirme. Y encima, sabiendo que era una decisión que no podría cambiarla en el último momento, ni podría descambiarla ni nada.
Unos días antes de ir a ver mi traje de novia estuve buscando por foros de Internet, en los que las futuras novias hablaban de cómo había sido la elección de su traje, algunas habían ido a varias tiendas, otras sólo a dos,... pero todas coincidían en lo mismo: cuando encontrabas TU traje, lo sabías. Lo sentías. Era TU traje, como si estuviera hecho para tí. Esto, lo que a mi me provocaba era una arcada de merenguismo y ñoñería con la que yo no coincidía; nunca me tragué eso del zapato de Cenicienta que sólo le entraba a ella ¿qué número de zapato tenía, el 32? Porque si hubiera tenido el 38 el Príncipe habría tardado 5 minutos en encontrar una dueña para el zapato...
Total, que llegó el día en el que tuve mi primera cita en una de las tiendas que tenía pensado visitar. Cuando llegué, acompañada de mi madre (¡quién si no!) nos pasaron a unos ordenadores, en el que nos mostraban el catálogo completo y teníamos que elegir aquellos vestidos que más me gustaran. De 500 vestidos que había, no llegué a ver ni la mitad, y cuando la vendedora llegó, vió más o menos mi estilo.
Así que nos pasó a la sala del probador. Esta estaba compuesta de dos probadores que daban a un salón donde mi madre me esperaba, sentada en un sofá. Muy mono todo.
La vendedora llegó con el primer traje; me ayudó a ponérmelo, me peinó un poco y me pidió que me mirara en el espejo; esa vez, por fin, me vi de novia... No sé cómo explicar esa sensación... pero la simplificaré en una sensación agradable pero a la vez nerviosa.
La vendedora me pidió que saliera para que mi madre me viera. Se abrió la cortina, y mi madre me pudo ver de novia, de blanco,... las lagrimillas empezaron a escaparse, la sonrisa cómplice entre las dos, me acercaba a ella,.... y me pisé el vestido. Me caí de boca delante de mi madre. ¡Se acabó el momento madre-hija-lacrimoso! Mi madre me dice ahora que sólo me podía haber pasado eso a mi. Que si no me pasa nada a la prueba del vestido le hubiera faltado algo. Qué razón tiene.
En fin... iba muy guapa, me gustaba mucho,... pero no era yo. Definitivamente, era un disfraz de novia en vez de un vestido. No me veía cómoda en él, no parecía yo misma. Así que la vendedora me trajo otro diferente. Este sí que me gustó mucho más. Ya se iba pareciendo al traje de novia que tenía en mente. Pero le faltaba algo, le sobraba otra cosa. La vendedora me miró y me dijo que me esperase tres minutos, que había tenido una idea.
Y llego con el tercer vestido. Ese sí que tenía aquello que le faltaba al otro, ese sí que tenía aquello que le sobraba al primero,... este no era un disfraz. Era un vestido de novia. Y yo me veía en él. En esta ocasión sí sentí una sensación agradable, nada nerviosa,... es como cuando vas con vaqueros y camiseta, te sientes tú misma, no tienes que demostrar nada,... pero claro, a GRAN escala!
Entonces, llegó el momento de la decisión: ¿seguir buscando o quedarme con este? El momentazo nomeaclaro me llegó... pero, afortunadamente, allí estaba mami. Le bastó UN consejo, UNA frase que me dió para tenerlo totalmente claro: este era el vestido que estaba buscando. Iría a otras tiendas y me probaría otros trajes, pero estaría pensando en este.
Así que, finalmente, dejé las dudas a un lado y me lancé. ¡Y estoy super contenta! De verdad, nunca en mi vida pensé que hacerme con mi vestido de novia iba a ser tan sencillo y tan complicado a la vez...
Para los que tienen dudas, que sepáis que NO pienso dar ni una pistita... pero quien me conoce (bien) seguro que no falla en sus quinielas ;)
Realmente yo quería este, pero no podía conseguirlo. ¡Demasiado glamouroso para mí!
martes, 18 de septiembre de 2012
Jesús
Jesús, para mí, no tiene apellido. Si en mi casa hablamos de Jesús, todos sabemos quien es. Nunca voy a escuchar preguntar a mi padre "¿Qué Jesús?" si mi madre le dice que ha llamado Jesús y que le tiene que devolver la llamada. Igual que si hablamos del estudio. Hay muchos tipos de estudio, pero sólo a uno le llamamos así, sin tener que calificarlo después.
Pero para el resto del mundo, Jesús es Jesús Hernández, fotógrafo gaditano, digno hijo de Sebastián. Su padre tenía un estudio de fotos en la plaza de las flores (de hecho, mucha gente lo conoció así, como el fotógrafo de la plaza de las flores) en el que tengo recuerdos increíblemente nítidos. Puedo recordar la entradita, el estudio en sí donde se hacían las fotos, la estantería de juguetes viejos con los que yo me entretenía mientras mis padres pasaban allí las horas. Mis primeras fotos me las hizo Sebastián, de quien mi padre aprendió tanto. Y mientas eso pasaba, Jesús no daba una en los Salesianos (lo siento, lo tenía que decir!), o eso le contaba su madre a la mía.
Con el paso de los años, Jesús fue formándose tragándose bodas, o lo que se presentase. Primero acompañado de su padre y el mío, y cuando Sebastián tuvo edad de jubilarse, Jesús siguió con mi padre. Jesús con la cámara de fotos y mi padre con la cámara de vídeo al hombro, que le dejaba la chaqueta estropeada y mi madre arreglaba un fin de semana sí, y otro también.
Pero la cosa sigue. No sólo fue acompañado de mi padre, sino de mi hermano que es un gran aficionado a la fotografía. Observando las indicaciones de Jesús, colocando el repetidor de flash (creí que se dice así), de convite en convite,... Hizo de la fotografía otra de sus grandes pasiones.
Ante tal historial, no es extraño que Jesús sea nombrado en mi casa como si fuese el único Jesús del mundo entero, ya que, tanto es así que siendo yo pequeña lo llamaba "mi primo Jesús".
Por eso, ayer fue un día... Especial. Por primera vez, estuve en el estudio de una manera diferente. Bueno, mejor dicho, estuvimos, ya que Paco y yo tuvimos una charla divertidísima con Jesús, en la que hablamos de todo, hablamos de nada en general, pero hablamos de una cosa muy específica: nuestra boda. Por eso, como diría un tal Juan Carlos, nos llena de orgullo y satisfacción anunciar que Jesús, Jesús Hernández, será nuestro fotógrafo de boda. Además de uno de nuestros invitados, por supuesto.
Para todo aquel que se haya quedado con ganas de más, esta es su web http://www.jesushernandezfoto.com/
Este es su blog, en donde cuelga fotos premiadas, o más personales http://jesushernandezfoto.blogspot.com.es/
Y est pa es su página web dedicada exclusivamente a bodas http://www.jesushernandezboda.es/
Final,ente... Un regalito!! Esta es nuestra primera foto de estudio, nos encanta! :)
Pero para el resto del mundo, Jesús es Jesús Hernández, fotógrafo gaditano, digno hijo de Sebastián. Su padre tenía un estudio de fotos en la plaza de las flores (de hecho, mucha gente lo conoció así, como el fotógrafo de la plaza de las flores) en el que tengo recuerdos increíblemente nítidos. Puedo recordar la entradita, el estudio en sí donde se hacían las fotos, la estantería de juguetes viejos con los que yo me entretenía mientras mis padres pasaban allí las horas. Mis primeras fotos me las hizo Sebastián, de quien mi padre aprendió tanto. Y mientas eso pasaba, Jesús no daba una en los Salesianos (lo siento, lo tenía que decir!), o eso le contaba su madre a la mía.
Con el paso de los años, Jesús fue formándose tragándose bodas, o lo que se presentase. Primero acompañado de su padre y el mío, y cuando Sebastián tuvo edad de jubilarse, Jesús siguió con mi padre. Jesús con la cámara de fotos y mi padre con la cámara de vídeo al hombro, que le dejaba la chaqueta estropeada y mi madre arreglaba un fin de semana sí, y otro también.
Pero la cosa sigue. No sólo fue acompañado de mi padre, sino de mi hermano que es un gran aficionado a la fotografía. Observando las indicaciones de Jesús, colocando el repetidor de flash (creí que se dice así), de convite en convite,... Hizo de la fotografía otra de sus grandes pasiones.
Ante tal historial, no es extraño que Jesús sea nombrado en mi casa como si fuese el único Jesús del mundo entero, ya que, tanto es así que siendo yo pequeña lo llamaba "mi primo Jesús".
Por eso, ayer fue un día... Especial. Por primera vez, estuve en el estudio de una manera diferente. Bueno, mejor dicho, estuvimos, ya que Paco y yo tuvimos una charla divertidísima con Jesús, en la que hablamos de todo, hablamos de nada en general, pero hablamos de una cosa muy específica: nuestra boda. Por eso, como diría un tal Juan Carlos, nos llena de orgullo y satisfacción anunciar que Jesús, Jesús Hernández, será nuestro fotógrafo de boda. Además de uno de nuestros invitados, por supuesto.
Para todo aquel que se haya quedado con ganas de más, esta es su web http://www.jesushernandezfoto.com/
Este es su blog, en donde cuelga fotos premiadas, o más personales http://jesushernandezfoto.blogspot.com.es/
Y est pa es su página web dedicada exclusivamente a bodas http://www.jesushernandezboda.es/
Final,ente... Un regalito!! Esta es nuestra primera foto de estudio, nos encanta! :)
lunes, 10 de septiembre de 2012
Se acabó lo que se daba
Porque, al fin y al cabo, esto formaba parte de la boda...
¡Ya estamos a dieta! No more burgers, alioli ni patatitas fritas. Es lo que hay para estar monísimos y preciosísimos y de todo....
La entrada es tonta, tontísima... Pero deberíais tener en mente lo IMPORTANTIIIIISIMO que es! jajajaja
martes, 4 de septiembre de 2012
September
Ya dijimos que en Septiembre comenzábamos a ponernos las pilas. Y como lo prometido es deuda...
Ya tengo cita para buscar mi traje :)
Ya tengo cita para buscar mi traje :)
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