Una semana

Una semana, con sus siete días y sus siete noches.

Una semana, de sábado a sábado.

Una semana, con sus 168 horas.

Una semana, con sus 10.080 minutos.

Una semana de nervios. De ultimar detalle. De trabajo. De vacaciones. De reencuentros. De alegrías.

Una semana para nuestro gran viaje.

Una semana para nuestra boda.

Sólo una semana.

Un paseo en Blanco y Negro

El miércoles, como es normal, bajamos a Cádiz dando un paseíto. Cogimos el autobús 1, nos bajamos en San Juan de Dios y... resulta que alguien más nos siguió.
El miércoles pasado, pasamos tooooooda la tarde con Jesús, en la que con paciencia, mucho cariño y bromas fue sacando de nosotros nuestra mejor sonrisa, nuestros momentos más cariñosos y nuestro lado más divertido.

Tanto Paco como yo nos lo pasamos fenomenalmente, ya que Jesús nos trató de una forma especial, sencilla y profesional, y así cualquiera hace una pre-boda tan bonita como salió.

No nos queda ya GRACIAS que darle a Jesús, que taaaaaaaaaanto está haciendo por y con nosotros. Hasta las 23:00 duró nuestro paseo.

Ya sabes que te debemos unos vaqueros, estilo lavado medio gastado, pero que no es porque se haya ido con los lavados, es que es así! ;)

Mil gracias, Hernández :)

Aquí os dejo con el reportaje:
http://www.jesushernandezfoto.com/blog/un-paseo-en-blanco-y-negro-con-maribel-y-paco

BodAlfileres

Antiguamente, una novia no iba a Rosa Clará o a Pronovias, y buscaba el vestido que más le gustase de la colección 2012/ 2013 (como ha sido mi caso). Hace años, los vestidos de novia eran heredados de la madre, que a su vez lo había heredado de la abuela, y así.

Por eso, para que el traje quedara mediamente bueno, se usaban todos los alfileres que hubiera en la casa para arreglarle el vestido y se le ajustara lo mejor posible a la silueta de la novia: para que le quedara bien de pecho, para cogerle el dobladillo, para entallarla,... Más de una se iba a casar bien hoy en día si tuviese que llevar el vestido de novia de su abuela.

Por eso, el día de la novia, cuando ya casada se desprendía del vestido (¡y lo guardaba para cuando se casara su hija!) repartía los alfileres a las chicas solteras que habían acudido al enlace. Por lo visto, quedarse con alguno podía ser motivo de mala suerte, y repartirlos significaba tener buena suerte en el amor.

Con el tiempo, la tradición de los alfileres se renovó y, a falta de que la novia tuviera que llevar el traje lleno de alfileres, la propia novia era la que llevaba alfileres decorados que repartía ya no sólo a las invitadas solteras, sino a las también casadas. La diferencia era que las casadas debían llevar el alfiler boca arriba, mientras que las solteras debían llevarlo boca abajo: si el alfiler se caía, significaba que serían las siguientes en casarse.

Como yo no quiero obligar a nadie a que se case ni a que deje de casarse, ¡no os preocupéis! Todos mis alfileres llevan un taponcito al final del todo para que no se le caiga a nadie. De hecho, como yo vea que a alguna se le ha caído el alfiler la cojo por los pelos le digo educadamente que se agache y lo recoja.

Más o menos tuve la idea clara de qué quería que llevara mi alfiler encima, y en Almudena encontré la artistaza perfecta para que me diseñara el alfiler que iba a repartir.
Desde aquí le agradezco la paciencia que ha tenido conmigo, la dedicación que le ha puesto, el tiempo que ha invertido en realizar todos mis alfileres y el cariño que le ha puesto en realizar todos y cada uno de los alfileres. También se que su madre ha ayudado con la aguja, y su novio Lolo ha ayudado con la ayuda psicológica!

Tiene una página en facebook: https://www.facebook.com/CajonDaero?fref=ts para quien tenga un ratito se pase por ahí, se le antoje algo y le encargue cosas para el veranito :)
¡Mil gracias Almudena!






Y como es obvio... no voy a enseñar nada de nada. Todo lo descubriréis en la boda ;)

Mi despedida de soltera O KE ASE

Una espera eterna
Unas brujas de cuento con tutú de colores
Un libro de cuentos
Un tutú de princesa
Una corona rosa
Una conga con dos alumnos míos, un señor operado y un asturiano
Un globo que no se explotaba
Chanclas con calcetines
Que el que vende camarones en McDonald's me rechazara un vals
Escuchar "¿Una despedida de soltera?¡Si es una niña!"
Hacer la coñeta en medio de la playa de la Victoria
Llevarme hasta por la noche con la marca de los besos en la cara
Saludar a desconocidos con los ojos vendados
Formas de ponerme en ridículo en medio de la calle
Ir en coche con Ainhoa con los ojos vendados, y que me preguntara que si me sonaba el puente por el que estábamos pasando (??)
El tercer badén a la izquierda
Entrar por el carril más horroroso del mundo
Llegar al campo más maravilloso del mundo
Una comilona con el resto de personitas
Que me encerraran en la casa cuando fui a hacer café
Encontrarme a Mari Carmen... y sus muñecos... xD
Conocer a Manolito
Barbacoa: I parte
Baile de princesas y brujitas
La discoteca que me prepararon mis brujitas
El test más ambiguo del mundo
Vodka caramelo
"Princesa dice ahí... ¡A la Leti quería ver yo!"
Una tarta con forma de trebolillo
Camela
Pablo Alborán
Un regalito monísimo de la muerte
Cuando WhatsApp mezcló grupos y calvos
"El único chochito que yo me he comido ha sido un altramuz"
Dormir hasta que Tamara decidió despertarse ella... y a todas las demás
Vivir la mala vida
Piscinear mojito en mano
Barbacoa: el regreso
Descansar y pensar en la boda...

Muchas, muchísimas gracias a todas las que me habéis acompañado en este fin de semana. Sé que habéis preparado todo con gran cariño, paciencia y ganas, y he de deciros que no podía haber imaginado otra despedida de soltera más adaptada a mí. Ni quitaría ni añadiría NADA, de verdad. Me he divertido muchísimo, he pasado un gran fin de semana y ahora... ¡le toca al novio!
Aunque creo que él no va a haber un post tan transparente como el mío... vamos, que no me voy a enterar de na!